Es una variedad de racimo mediano, compacto, largo y alado. El grano es grueso, redondo, hollejo muy fino y pulpa incolora. La brotación es normal y la maduración temprana (10-15 días antes que la garnacha); de ahí su denominación (tempranillo), que produce un racimo de tamaño medio, compacto y regular, cuyas uvas tienen la piel media- gruesa y la pulpa blanda, siendo su zumo incoloro.

Para obtener vinos de gran calidad es necesario practicar una poda corta y realizar la plantación en terrenos pobres y ligeros con una orientación sur. Es sensible a las sequías en las últimas fases de maduración, reaccionando a ésta con defoliaciones que impiden una correcta maduración.

Con esta variedad se pueden obtener vinos y mostos de gran calidad y gran aromaticidad siempre que el manejo sea el adecuado. Se producen vinos equilibrados y aromáticos, con acidez y graduación mediana, de color muy estable. Son idóneos y de gran calidad para envejecer.

La variedad Cencibel es la "principal" de las uvas tintas en la Denominación de Origen La Mancha, siendo la de mayor prestigio por su calidad en el ámbito nacional. Es la variedad más utilizada en La Mancha, para elaborar vinos tintos con crianza, en sus versiones de monovarietal o en coupage con otras. En otras regiones es conocida con el nombre de Ull de Llebre (Ojo de Liebre), Tinto de Toro, Tinto Fino, Tinto del País, Jacibera y Verdiell.

Los vinos envejecidos de la variedad Cencibel o Tempranillo, de tonos violáceo-teja, poseen excelentes aromas varietales, unidos a los propios de la crianza. Su paso de boca es completo y estructurado, dejando un retrogusto muy característico.